lunes, 23 de noviembre de 2009

La tía Elvira

Hoy fue mi cumpleaños número treinta y dos. Siempre tuve miedo de llegar a los treinta sin título universitario y sin marido.
Cuando tenía quince miraba con lástima a tía Elvira, que a los treinta y pico parecía de cincuenta. Vivía con mis abuelos, no trabajaba, fumaba marihuana a escondidas, no tenía hijos, ni marido. Todos sus hermanos y cuñados hablaban de ella a sus espaldas. Mi tía, que nunca fue en realidad una estúpida, aunque a veces le divertía hacer ese papel, lo sabía.
Siempre juré no convertirme en ella. La tía Elvira era todo lo que no deseaba ser. Pero al pisar los veinte, me di cuenta que ingeniería no era lo mío y me cambié de carrera. También descubrí que mi novio de tres años me engañaba…desde hacía tres años. Recuerdo la reunión a la que asistí en la que todos me miraban con pena. Y tuve que soportar comentarios como: Bueno nena, ya va a volver (¡Para qué!. ¡Lo quería lejos de mí!). Después de que todo el mundo hizo sus tan “beneficiosos aportes”, la tía Elvira se acerco y me dijo: Sonreí, lo que importa es que seas feliz. ¡Qué tierna la pobre resentida tía Elvira!- pensé.
En mi juventud salte de un tarado a otro, que no me duraban más de tres meses. Y entre medio para calmar la angustia (y no pensar en lo sucedido) hacia pilates, estudiaba chino y aprendía guitarra. Dicen que me volví exigente, cuando lo único que estaba buscando era un verdadero hombre.
Años después soporte fiestas de quince y casamientos, sentada en mesas llenas de parejitas melosas, o en su defecto me colocaban en la mesa de los teens, que me hablaban con un vocabulario desconocido (pero sin lugar a duda era preferible). Después esas típicas preguntas: ¿Y vos Martita cuando te pones de novia?; ¿Este año ya te recibís, no?; ¿Por qué no tenés candidatos si sos tan linda?; Tenés que poner buena cara, predisposición…
Hoy desperté y me fui a mirar al espejo, aparte de tener más de treinta, deje hace cuatro años mí carrera de contadora (estaba harta de reprobar materias de segundo año) no tengo marido y mucho menos hijos. Entonces descubrí que soy la nueva Tía Elvira de la familia.
Pero por lo menos tengo mi departamento propio, que pago con las clases de guitarra y el puesto que obtuve en una gran empresa, sólo por hablar chino. Estoy delgada, porque no se cocinar y sólo ingiero verduras. Me llevo muy bien con mis alumnos, porque en su mayoría son adolescentes. Los fines de semana siempre tengo alguna fiesta de la empresa, que me permite evitar reuniones familiares, y por ende comentarios.
Por cierto, la Tía Elvira, con la herencia de mis abuelos, se fue a Miami, se enamoró de un mexicano rico, y tiene tres hijastros. No digo que corra con la misma suerte que la Tía Elvira. Pero ya tengo suerte, porque son feliz. ¡Whisky!

lunes, 29 de diciembre de 2008

No al “Y es lo qué hay”

Quería escribir sobre otra cosa, pero me pareció adecuado hablar sobre este tema. Ya que en la corriente semana, junto a la coautora de este blog, escuchamos una triste historia relatada por palabras de un machista, que me hizo pensar en muchas cosas (claro que a esto se sumo un par de anécdotas más).
Les suena familiar algo de esto…No lo puedo dejar es tan tierno… No estoy enamora, pero creo que soy feliz… Nadie me quiso tanto como él…viene de una buena familia, se lleva bien con mis amigas, es una buena persona… Cambia el futbol por mí… Entre las sabanas es muy bueno…
Y así se conforman con “lo que hay”, porque se sienten cómodas o porque no quiere
n convertirse en la mala de la historia. Porque no lo quieren hacer sufrir (de repente él es tan sensible y vulnerable). Pero lo cierto es que todo esto se va a convertir en un gran problema a largo plazo.
Todos nos confundimos (a los hombres también les sucede esto) es difícil salir de este problema, pero es lo correcto. ¡No temas, no quedarás soltera a los cuarenta! (y de última si es así, será una feliz caravanera cuarentona soltera).
Todo esto no quiere decir que no des oportunidades (o que no te las des a vos misma), simplemente no des falsas oportunidades. Tampoco apresures tu decisión en el primer miedo o duda (eso siempre existe); pero si te encuentras en un gran neblina, ya sabes cuál es la salida.
No estires el chicle, porque en algún momento se va a romper y quizás se arme un gran enchastre.
Recuerda: “Mejor sin satisfacción, que con insatisfacción”.

(I don´t wanna talk about things we´ve gone through. Through it´s hurting me. Now it´s history. I´ve played all my cards...)

Estrellada!
(algunos nacen con estrellas y otros...)

sábado, 22 de noviembre de 2008

Fue solo una mirada lejana…


Siempre me costo mucho menos pensar que ser, hasta que Pensar que la ansiedad por liberarme de especularte era una admisión de derrota. La vida me estaba pareciendo solo trenes que llevaban y traían gente, un juego que se extendía, y que yo era esa niña que se quedaba en la esquina con los pies mojados, con la nariz y las manos apoyadas en un vidrio sin poder entrar para jugar… La propia impresión sensible me confirma el axioma de lo que, pese a su brevedad, produjo revoluciones en mi corazón (y mente): Usted, extendiéndose a todos sus sentidos derivados.
En este instante de tiempo, la vida conspiró lo necesario para desencontrarnos minuciosamente. A pesar, te mire en fragmentos de mi reciente memoria…nos encontrábamos sustancialmente unidos, éramos rasgos comunes en mundos posibles… y mientras nos mirábamos sentíamos las vibraciones de eso, de eso que era el tiempo
Esto es inocentemente emocional, es mi impresión sensible de lo que siento, estas en mis ojos, nos hallábamos en mi destino de hoy.
Y aunque quizá pude correr la cortina, mirarte y decirte esto que merodea por mis sentimientos en este momento, mi propia esencia es con lo único que pude descubrirte quien soy, la existencia mía, aunque conciente del vacío de tenerte, decidí manifestar esto, esta expulsión tan necesaria de que sepas lo que alguien apreció en la conjunción de tus ojos y su sugestiva mirada. Inevitable de ser descubierta, sin apreciar la rebelión de significados que observarla despierta.
El tiempo anda y algo nos expulsa, nos despedirá pronto… hoy te he pensado. Tratando de echarte de aquí.
En realidad las cosas verdaderamente difíciles son todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento. Te busque, pero fue solo algo en tu mirada lo que me dejo escribir e imaginar. Nos conocimos, quizá las suficientes veces para siempre o quizás no. No se, pero lo que me dio tu mirada acá lo regalo.
ﻕ ﻥ ﻕ
LaMaga

domingo, 9 de noviembre de 2008

BIENVENIDAS AL DIABLO CON EL!

Desde pequeñas nos llenaron con esas historias donde las mujeres eran princesas o pobres campesinas que buscaban la felicidad, que solo un hombre les iba a dar. En definitiva nos mostraban un estereotipo de mujer patética, que vivía en su casa, que caminaba por el bosque cantando y se peinaba el cabello.
Después llegaron las novelas en literatura, la televisión y la pantalla grande, llenas de un romanticismo utópico.
Arribamos a la adolescencia cargadas de toda esa porquería en la cabeza, y nos enfrentamos con esos seres (llamados hombres), que aunque eran pavos y estaban llenos de acné, nos ponían tremendamente nerviosas. Entonces nos topamos con la primera decepción, y después otra… y decidimos olvidarnos de ellos…pero aparece uno que es diferente…aunque al tiempo nos decepciona igual…y volvemos a caer una y otra vez.
Entre llantos, mariposas en la panza, odios, satisfacciones momentáneas y más lágrimas, llegamos a un momento clave de nuestra adultez. ¡Y nos damos cuenta que no tenemos príncipes, ni sapos, ni polvos mágicos! Y aunque conservamos nuestro orgullo estamos aburridas, y sin dudarlo volvemos a intentarlo.
A veces desearíamos ser como ellos, disfrutar de ese momento sin llegar a sentir más. Pero nuestra cabeza femenina siempre se pone a volar, y el golpe contra la realidad nos duele mucho más.
No vamos a aprender nunca… seguimos viendo novelas que nos hacen llorar, convenciéndonos de que sus chamullos son verdad, dejándonos encantar e ingenuamente pensando que cambiarán el partido de futbol por un día apasionado con nosotras.
Somos un grupo de mujeres que crecimos con utópicas ideas, que nos dejamos envolver por películas, nuestra biblia es la Cosmo, nuestra guía es Alessandra…y aunque tenemos un poquito de esperanzas, siempre terminamos pensando… ¡Al diablo con él!
Te invitamos a leer nuestras historias, mezcla de realidad y de una demente imaginación. Esperamos te sumes y cuentes tus anécdotas también.

Estrellada!